miércoles, 27 de junio de 2012

El enigma de los Cristos siniestros



Cristo de Burgos
Existen en España 4 imágenes de Cristo especialmente impresionantes y rodeadas de enigmas, leyendas y milagros. Son los llamados Cristos dolorosos o articulados. Este fin de semana tuve la oportunidad de visitar 2 de ellas y de investigar un poco sobre tan particulares figuras.

Quizá la más conocida y perfeccionada sea el llamado Cristo de Burgos o de San Agustín, pero posiblemente sea más impresionante el Cristo de las Claras (monasterio de Santa Clara de Palencia).

  De parecidas características son el Cristo da Barba Dourada de Finisterre y el Cristo de la Catedral de Ourense.

 Son imágenes patéticas, casi tenebrosas, creadas directamente para impresionar a los fieles. Figuras articuladas destinadas a representaciones medievales de Viernes Santo, donde se escenificaba el Descendimiento de la Cruz.  Su origen ya es legendario, puesto que se supone que aparecieron flotando en el mar y que están en el sitio que ellas mismas eligieron. Tambien se decía que fueron creadas directamente por Nicodemo poco después de la muerte de Jesucristo.

Cristo de las Claras - Palencia
 Fueron exhibidas durante siglos con cierta parafernalia especial, con velos que los tapaban, en fechas especiales y con un cierto halo de misterio.  Pueden cambiar de postura y tienen pelo y uñas naturales, así que con el paso de los años fueron fraguándose las leyendas más tenebrosas..

Se decía que les crecía el pelo y las uñas, que sangraban, que sudaban.... pero tambien que estaban recubiertos de piel humana y, lo que es más siniestro, que en realidad eran cadáveres humanos milagrosamente conservados.  O sea, verdaderas momias convertidas en imágenes de Cristo para impresionar a los fieles.

Cristo de las Claras, antes de restauración  
Especialmente impactante era el estado del Cristo de las Claras de Palencia.  Siglos de suciedad y humo de velas le habían otorgado un aspecto terrorífico, que se ha mitigado con una restauración en 2006.





Cristo de Finisterre
La realidad es que sus articulaciones están recubiertas de piel y rellenas de lana picada, lo que les otorga un tacto blando que debía impresionar.  El Cristo de Burgos y el de Palencia han sido restaurados hace poco y se ha descubierto que ocultan una calabaza hueca  donde se introducía vino o sangre para conseguir el  efecto de sangrar por la herida del costado.

Es casi normal que imágenes tan especiales acumulen montones de historias y leyendas a lo largo de los siglos:

Del Cristo de las Claras se dice que una noche de 1666 se oyó un gran estruendo y que la figura cambió de posición pasando los brazos de estar cruzados sobre el pecho a estar extendidos a lo largo del cuerpo.
El Cristo de Palencia libró a la tierra palentina de una terrible plaga de langostas en el año 1659. Se decidió sacar al Cristo de las Claras hasta las Eras de San Lázaro y que el obispo celebrase allí una misa. Nada más salir la imagen del Cristo por la puerta del convento aparecieron bandadas de grandes avispones que se lanzaron sobre las langostas y éstas eran tantas que fueron cayendo al pie de la muralla hasta llegar a una altura de cerca de dos metros.


Cristo de Ourense   
Durante siglos los pies del Cristo de Burgos se introducían en agua para bendecirla y otorgarle propiedades milagrosas.  Se deberían haber estropeado con la humedad, pero siguen "milagrosamente" intactos.  Salvo porque le falta un dedo del pie, que decían que arrancó y se llevó un peregrino u obispo francés y que siguió haciendo milagros por Francia.
Los milagros del Cristo de Burgos eran variados y estaban perfectamente registrados en su Libro de los Milagros.  En 1512 se hizo un curioso resumen en el que se decía...
Hay en este libro diez y ocho muerto resucitados; diez y ocho cojos y mancos sanos; onze enfermos restituidos a la salud; tres ciegos reciuen vista; buélveseles el habla a tres que la hauían perdido; tres cautivos restauran la libertad; tres gibosos quedan derechos...

Se dice que Isabel la Católica quiso llevarse un brazo del Cristo de Burgos como reliquia y que al desclavarlo de la cruz descendió bruscamente (lógico y normal), lo que la impresionó tanto que se desmayó.
Cristo de Burgos - Años 80 (sin restaurar)
Una curiosidad:  Se supone que bajo el faldón que cubre la parte baja de su cuerpo, el Cristo tiene esculpidos sus atributos masculinos, lo que constituye una gran rareza puesto que los escultores solían tallar un "paño de pureza" para evitarse ese compromiso.
Otra curiosidad:  Hay depositados 3 huevos de avestruz a los pies de la imagen,   aunque anteriormente eran 5.  Se supone que los huevos simbolizan resurrección y vida, pero tambien hay quien dice que es algo tan sencillo como que se utilizaban para tapar la falta del dedo del pie. Fueron regalo de un comerciante burgalés, aunque la leyenda asegura que ya estaban en la imagen hallada en el océano.

El culto al Cristo de Burgos está muy extendido.  Hay copias y Cristos de Burgos por toda España e Hispanoamérica.  Es célebre el de Sevilla que cuenta con una de las más importantes Cofradías de la ciudad y con sus propias historias y milagros.







Dedicado a mis amigos de Plasencia:
Hay quien dice que el Cristo de las Batallas de Plasencia también es una copia del Cristo de Burgos. Yo no estoy muy de acuerdo.





miércoles, 20 de junio de 2012

La Serrana de la Vera

Si hay un mito extendido en la Alta Extremadura es el de La Serrana de la Vera.  
Recientemente he recorrido la Ruta de la Serrana entre El Piornal y Garganta la Olla.  Y transitando por las solitarias cumbres de la Sierra de Tormantos, entre el Valle del Jerte y La Vera, se entiende la dimensión del mito de una mujer salvaje, primitiva, seductora y cazadora de animales... y de hombres.

Más allá de una simple leyenda es un conjunto de tradiciones de origen ancestral.  En las múltiples versiones del mito, la Serrana puede ser una criatura mitad yegua mitad mujer, una fornida pastora y hasta una dama de familia noble. 

Desarrollado en infinidad de romances, obras de teatro, novelas y cuentos, tiene su origen en la Edad Media y una supuesta base histórica en el siglo XVI. Entre tanta versión folclórica y literaria, haré mi propio relato...

Una joven de buena familia, de Garganta la Olla o de Plasencia, es seducida y abandonada por un hidalgo de familia noble.  Tan humillada se siente que huye a lo más agreste de las sierras de La Vera y Monfragüe.  Extremadamente grande, fuerte y ágil, vive en soledad, refugiada en una escondida cueva, alimentándose de lo que caza con una honda o con una ballesta.
En Garganta de la Olla,
legua y media de Plasencia,
habitaba una serrana 
alta, rubia y sandunguera
La serrana es cazadora, 
la cintura lleva llena
de conejos y perdices,
de tórtolas y aligüeñas

Tanto para vengarse de los hombres, como para satisfacer sus deseos carnales, se dedica a asaltar a viajeros y caminantes de una manera peculiar:  Los lleva a su aislada guarida, los invita a una suculenta comida, hace el amor con ellos y luego los asesina.  Guarda sus huesos en la cueva o los entierra en un siniestro paraje lleno de cruces de las tumbas de sus víctimas.

Un buen día se encuentra un serrano (leñador o pastor) al que conduce hasta su refugio con el fin de seducirlo con música, comida y cama, mostrándole además sus trofeos... 
Bebe, serranillo, bebe
Agua de esta calavera
Que puede que algún día
Otros de la tuya beban
Al final el serrano consigue burlarla huyendo por el monte. Aunque la serrana le persigue y le lanza grandes piedras e intenta engañarle para que vuelva...

Cogió una china en la onda,
que pesaba arroba y media,
con el aire que llevaba
le ha tirado la montera
¡Vuelve serranillo,vuelve
y toma tu montera,
que es de paño fino y bueno
y es lástima que se pierda!
Pero el leñador responde a las promesas de la serrana con ocurrentes ironías que provocan en la mujer un último lamento desesperado:
Por Dios te pido, serrano
Que no descubras mi cueva.
El muchacho escapa y consigue avisar a las autoridades. Unas versiones dicen que La Serrana es ahorcada en Plasencia, otras que es indultada por el Rey, otras que se suicida.



La leyenda es hermosa, especialmente cuando se recorren los parajes donde presuntamente se desarrolla, que son lugares salvajes llenos de topónimos que recuerdan la leyenda (Puerto de la Serrana, Barrera de la Serrana, Cueva de la Serrana, etc.)


 Por cierto, para los amantes de las caminatas y del senderismo os pongo el track de la Ruta de la Serrana... http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=70866

Y tened en cuenta que la ruta NO pasa por la supuesta Cueva de la Serrana.  Para acceder a la cueva hay que ir por esta otra ruta...
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=329210


Y para terminar, uno de los múltiples romances sobre La Serrana, cantado por el cantautor cacereño Miguel Angel Gómez Naharro (muy recomendable)




















lunes, 11 de junio de 2012

Bandidos en el Valle del Lozoya - Rascafría

 
 
Todo madrileño amante de la naturaleza conoce la zona del Valle del Lozoya, Peñalara, Cotos, El Paular...
Hoy en día el Valle Alto del Lozoya, es decir Rascafría y sus alrededores, está tomado por legiones de excursionistas y domingueros de toda clase y condición.   Pero hace siglos este apartado valle, encajonado entre cumbres de más de 2000 metros estaba infestado de bandidos, fieras y animales salvajes.  Un lugar duro y peligroso.

En el siglo XIV, era refugio de bandas de ladrones y proscritos moriscos que hacían dificil la vida en los pueblos del valle, ese es el origen de la leyenda histórica del Puente del Perdón, en Rascafría (Madrid)...

En aquellos tiempos, para mejor administración se dividió el Valle en 4 partes o quiñones, y se creó una milicia de caballeros quiñoneros, obligados a tener un caballo propio medianamente decente y organizados en 4 cuadrillas, una por cada quiñón (Rascafría, Oteruelo, Alameda y Pinilla).  Se encargaban de vigilar los caminos y luchar contra salteadores y maleantes. Para mayor eficacia se les concedió el importante privilegio de "horca y cuchillo", es decir, la capacidad de juzgar y ejecutar la justicia de forma rápida y expeditiva  (Hay quien afirma que ese es el origen del dicho "Aquí te pillo y aquí te mato").

Una vez atrapado un malhechor era conducido sin muchas contemplaciones hacia "la Casa de la Horca", donde le esperaba el verdugo, pero al pasar por el Puente del Perdon tenía la última posibilidad de exponer su caso y pedir clemencia ante un tribunal formado por un miembro de cada quiñón o cuadrilla.  Si conseguía convencerles quedaba libre inmediatamente, pero de lo contrario terminaba en "La Casa de la Horca" a unos 5 km río arriba.

Pasados los siglos, un bandido célebre, posiblemente el último bandolero legendario de la sierra madrileña, era conocido en todos los pueblos de la Sierra madrileña y buena parte de la provincia de Segovia:  El Tuerto Pirón.

Olmo centenario de Rascafría
Se cuentan muchas historias sobre él:  Que robaba a los ricos y repartía entre los pobres (dudoso), que era especialmente amable con los niños y sobre todo, su leyenda más conocida es que robaba por las noches y por el día se escondía en el tronco hueco de un gran olmo centenario situado en la plaza de Rascafría.  Dicen que se escondía para huir de la Guardia Civil, pero no es del todo verdad.....  

En torno a aquel viejo olmo (que llegó a tener 300 años y que murió en el año 2000)  se reunía todo el pueblo de Rascafría, desde su escondite el Tuerto Pirón escuchaba impunemente todas las conversaciones y se interesaba lógicamente por las que tenían que ver con el dinero de los vecinos, o sea compras y ventas de tierras, ganados, etc. 

Fue apresado y huyó de la cárcel de Segovia limando los grilletes, hasta que en 1882 fue detenido definitivamente. Condenado a cadena perpetua, murió en prisión en 1924 con 78 años.
 
Curiosamente, en los años 80 otro bandido volvió a asolar la comarca:  Un atracador solitario robaba eficazmente todos los bancos de la zona, una y otra vez.   Le llegaron a conocer por "el atracador del estadillo" porque conocía tan bien la operativa bancaria que exigía el estadillo de transporte de fondos para comprobar el importe en metálico disponible en cada sucursal, no conformándose con el dinero que había en caja.
Dicho atracador nunca fue detenido... ¿tambien se ocultaría en el viejo olmo de Rascafría el heredero del mítico Tuerto Pirón?
 
Y quedan para otra ocasión las leyendas del Monasterio del Paular y las de los bosques y las cumbres serranas.
 
 
Dedicado a mi amigo Fernando.  El más grande.
 

jueves, 7 de junio de 2012

La Rosa de Pasión - Becquer en Toledo

No se puede hablar de leyendas de Toledo sin referirse a Gustavo Adolfo Becquer, que escribió los más hermosos relatos basados en leyendas toledanas, unas antiguas y otras inventadas.

Vivió Becquer en Toledo una corta temporada, junto con su hermano Valeriano, pintor y dibujante. Fue suficiente para empaparse del alma de la ciudad que reflejó fielmente en sus románticos relatos.  Curiosamente, hoy todavía se pueden contemplar un par de huellas de su paso por la ciudad...
En la puerta del Convento de San Clemente hay un curioso graffiti hecho a lápiz con su nombre.  Durante mucho tiempo se debatió si era auténtico o no, pero recientemente se ha demostrado su veracidad por dos ilustres investigadores toledanos.


Y en la calle de San Ildefonso, tras una vieja tapia asoma un frondoso laurel:  La tradición dice que fue plantado por Gustavo Adolfo Becquer con sus propias manos, junto a un antiguo pozo que dibujó su hermano. Hoy el brocal árabe del pozo se encuentra en un museo de Londres y el laurel de Becquer es el más grande de la ciudad de Toledo.


Pozo Casa de Becquer  (Valeriano Becquer)
La leyenda de la rosa de pasión es romántica, truculenta, dramática... y un tanto racista vista desde nuestra mentalidad.  Está basada en una antigua historia tradicional toledana...

Un judío repulsivo, Daniel, con todos los tópicos infames de su raza, tenía una joven y hermosa hija, Sara. Todos los judíos ricos tenían gran interés por desposarla, aunque ella se negaba. Uno de los desdeñados le dice a Daniel que entre la comunidad judia se comenta que Sara se entiende con un cristiano. Daniel le confiesa que lo sabe todo. Le invita a una reunión un par de horas más tarde. Él no faltará a la cita.
Era la noche de Viernes Santo y Sara cruza el Tajo en una barca.  El barquero le cuenta cómo una multitud de judíos han cruzado a la otra orilla y se dirigen a algún lugar tras la Peña del Rey Moro.
Los judíos están reunidos en las ruinas de una antigua iglesia preparando el sacrificio y tortura del amado de Sara.
Sara irrumpe en el templo y les dice que en vano esperan al cristiano porque ella lo ha advertido con antelación. Se sorprende de los artilugios de martirio que están preparando: una cruz, corona de espinas y clavos. Su padre la arrastra por los pelos hasta los pies de la cruz y la deja a merced de todos para que hagan con ella lo que quieran por perjurar de su religión y tradiciones.  La bella joven es torturada, crucificada y enterrada en la vieja iglesia.
Años después un pastor descubre una extraña flor entre las ruinas de la iglesia. Y en el lugar donde crecía la bella flor se encuentra el esqueleto de una mujer y los atributos de la pasión de Cristo.
Y es que la flor llamada rosa de la pasión contiene los atributos de la pasión de Cristo:  Tres estilos que son los tres clavos, los cinco estambres que son las cinco heridas recibidas en la Cruz llagas, una corona de espinaslos y los pétalos y sépalos representan a los diez apóstoles que se mantuvieron fieles a Cristo, durante su Pasión...


Es solo una hermosa y trágica leyenda, puesto que la rosa de pasión es la flor del maracuyá, originario de América y que no fue descubierto por los españoles hasta 1569.

Texto íntegro Leyenda La Rosa de Pasión - Gustavo Adolfo Becquer